El fruto del árbol del chicle, el nombre viene del nahuatl “tzictle” y del maya “sicte”, en las diferentes regios de Guatemala lo conocen como Chicozapote y en otros lados ácana y es un manjar de dulzura.

¿Por qué se siente pegajoso?

Esto se debe por la sabia del árbol de Manilkara zapota de la familia de las sapotáceas (antes llamado Sapota zapotilla o Achras zapota), por que en la antigüedad se utilizaba para mascar y posteriormente hacer el chicle natural. Por tener esa consistencia “elástica” fue un producto de exportación.

En la actualidad se puede encontrar en los mercados o ventas ambulantes, en ciertos puntos del país; en la parte norte del Petén aun existe gran cantidad de árboles de chicle, el cual es el principal alimento para los monos aulladores.

En el recorrido de Carmelitas, Petén hacia el Mirador (sitio arqueológico), se encuentra un bosque lleno de estos árboles, cuando vamos caminanod y adentrarnos se siente un aroma dulce, te invita a buscarla y cuando la encuentras (si está madura y no tiene mordidas de otros animales del bósque) puedes comerla sin problema.

¿Cuál es su aspecto?

Su cascará es muy liviana y delgada, es una fruta que madura se puede lastimar y/o rasgar la piel exterior muy fácilmente, al momento de estar verde se manipula muy bien, cuando la fruta se cae de la rama a unos 5 a 6 mts de altura, no se lastima.

En su parte interior tiene la carnaza, es muy suave y dulce; por lo regular tiene de 3 a 5 pepitas algo grandes y alargadas, parecidas a unas lagrimas, las cuales son de color negro con una línea blanca y son muy duras, por lo que no debes morderlas o te lastimas los dientes.

Cuando veas esta fruta en las calles o en los bosques no dudes de probarla y disfrutar de su sabor!